Queridos feligreses:
Después de mucho reflexionar sobre esta situación, he decidido suspender la eucaristía de cada día a puertas abiertas. No quiero que os expongáis y expongáis a los demás. Yo seguiré celebrando y retransmitiendo por nuestra página de Facebook. Debemos ser responsables y debemos quedarnos en casa.
Desde nuestra parroquia, todo los días os encomiendo y pido al Señor que pare esta epidemia.
Aprovechad para rezar el rosario, la palabra o cualquier oración en familia. Una vez que se acabe esta epidemia, lo celebraremos juntos. Ahora toca quedarse en casa.
Un abrazo muy fuerte en el Señor de vuestro párroco.
La paz
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