- Dia grande de fiesta en la Villa del Moscatel, con multitud de devotos y peregrinos, el día que se cumple, el 70 Aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de Regla.
Chipiona. – Sin duda día grande el que vive hoy domingo Chipiona, día en que se conmemora el 70 Aniversario de la Coronación Canónica de su Virgen y Patrona, la Virgen de Regla. La solemne novena a la “Morenita” y todos los actos que se han venido celebrando ante la Patrona, han resultado muy singular y emotivos, de un alto contenido de fe y amor a la Santísima Virgen de Regla, especialmente el acto del “Diálogo con María” lo llevó a cabo una familia de cinco hijos, con la emoción a flor de piel y una belleza e intimidad sorprendente, en el diálogo con la Madre y Señora salidos del corazón.
Monseñor Rico Pavés este domingo a las once de la mañana, ha presidido la Eucaristía solemne concelebrada, entre ellos, el Ministro Provincial de la Orden Franciscana, de la Inmaculada Concepción de España, Fray Joaquín Zurera Ribó. El templo estaba lleno a rebosar de fieles, cumpliéndose todas las previsiones pues este año, la afluencia de fieles y peregrinos, ha sido mayor que la de otros años, no solamente por caer la fiesta en domingo, sino por celebrarse también el 70 Aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de Regla.
“El obispo Don José Rico Pavés, en su homilía desglosó la Palabra de Dios y el evangelio de la Natividad de la Virgen. Qué esperamos de nuestra Madre, --dijo-- de Ella siempre esperamos algo. De Jesús también esperamos siempre. Cuando curaba a alguien, Jesús le decía: Vete en paz tu fe te ha salvado. Da la fe. Hoy el Señor nos toca el oído y la lengua, -señaló el Prelado- para creer y ver con los ojos de Jesús, para ello hay que acoger la Palabra de Dios y poner en práctica la fe y salir de este encuentro transformado por el Señor. Vivimos en la esperanza y en el Amor del Señor, manifestado en su Madre, en Santa María de Regla, su hijo siempre en sus brazos para llevarnos a su hijo Jesucristo, que es el gozo de la esperanza cristiana. A Jesucristo como luz, lo vamos a encontrar siempre encendido e iluminado, él nos trata como hermanos, con la dignidad de hermanos y como hijos de Dios. Hoy al acercarnos a nuestra Madre, debemos estar dispuestos a socorrer a los hermanos pobres. Monseñor Rico Pavés finalizó su homilía, diciendo como el evangelio, “Éfetas” que nuestros oídos oigan y que nuestra boca hable, para poder ayudar y hacer el bien a los necesitados. Que María nuestra Madre, nos ayude a trabajar en bien de los demás y seamos siempre portadores de esperanzas, todos con María es posible. “
Antonio Jiménez Gómez. - Colaborador
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