EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas
Del Evangelio de san Juan 10,1-10
Dijo Jesús: Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz porque conocen su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas.
Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.
COMENTARIO
No hay salvación ni perdón ni luz fuera de Cristo. Sólo el que cree en él entra en la vida.
La metáfora de Cristo como puerta nos sitúa ante el dilema de aceptar o no a Cristo como el camino y el único Mediador que da sentido a nuestra vida. Cuando buscamos seguridad y felicidad, o tratamos de legitimar nuestras actuaciones: ¿es él en quien pensamos y creemos? Él ya dijo que la puerta que conduce a la vida es estrecha: ¿tratamos nosotros de buscar otras puertas más cómodas, otros caminos más llanos y agradables, o aceptamos plenamente a Jesús como la única puerta a la vida?
ORACIÓN
Señor Jesús Tu eres la puerta que me hace pasar del pesimismo a la alegría, de la soledad a la comunidad, de la tristeza a la ilusión, de la mentira a la verdad, de la muerte a la vida.
Haz Señor que crea con fe viva que Tú eres la puerta que conduce a la justicia, a la misericordia, a la luz, a la libertad, a la fraternidad, a la buena noticia de la salvación.
Haz que escuche tu voz, porque tú has venido para que tenga vida y la tenga abundante. Amén
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